La trufa negra o tuber melanosporum, conocida también como trufa de Périgord, es muy valorada por su gran aroma. Proviene de un hongo que se encuentra bajo el suelo el hipogeo.
Principales características:
Ascoma: hipogeo redondeado o irregular dependiendo del terreno donde crece. En suelos sueltos donde no tiene ningún obstáculo para crecer adquiere una forma redondeada. En suelos pedregosos su crecimiento se dificulta por las piedras y adoptar formas muy variadas. Tamaño de 1 a 20 centímetros, aunque se han encontrado ejemplares de más de 2 kilos de peso.
Peridio: adherente a la gleba. Color marrón negro inicialmente rojizo. Verrugas de 3-5 milímetros de anchura en la base piramidal, de 4-6 caras, con un mayor desarrollo cuanto más suelto es el terreno.
Gleba: negro violáceo cuando termina de madurar. Venas blancas finas y muy ramificadas que enrojecen con el aire cuando la trufa está bien madura. Si la trufa se hiela, estas venas desaparecen.
En PROSILVA puedes encontrar la Trufa de Verano en los mismos formatos que la Melanosporum: fresca entera, en trozos, laminada, brisura, congelada, en conserva y jugo de trufa
La Trufa de Verano o Aestivum cuenta con un delicado sabor, más suave que la Trufa de Invierno o Melanosporum. Su intenso perfume, su consistencia y su frescura la convierten en un producto único.
Su sabor es de mediana intensidad, recordando a los frutos secos, nueces o avellanas.
Características:
Ascoma: hipogeo redondeado y fuertemente verrugoso. Tamaño de 2 a 9 centímetros, aunque se pueden encontrar ejemplares mucho más voluminosos.
Peridio: adherente a la Gleba. Color marrón negro a negro. Verrugas de 3-12 mm de anchura en la base, piramidales de 4-6 caras, muy prominentes y frecuentemente deprimidas en la punta. Estas verrugas muestran una estriación transversal y surcos longitudinales.
Gleba: de color blanco cuando es inmadura. Evoluciona un color marrón claro que se va oscureciendo según madura. Venas blancas que no cambian de color. finas, muy numerosas y apretadas